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Novedades

Todas las SensacioneS que nos estimula

el Territorio Abaucan y quedemos compartir

conTigo

Actualizado: 29 nov 2022


Erase una vez, hace 100 años, o quizás más, brotó del suelo apenas húmedo, una pequeña almejita de cotiledones tiernos, endebles. Embrión a merced de las pisadas de aquellos habitantes antiguos, humanos o animales que poblaban el Bosque de entonces. Necesitada de humedad, el alimento está en la tierra.

Hoy Arbol vive rodeado de los palos de un corral. Protegido?

Desgreñado su Follaje, que necesita un peinado.

Raíz que se sumerge hasta 20 metros, quizás más, en busca del agua y alimento que lo nutre. Así sobrevivió a las sequías, al clima del TerritorioAbaucan.

Y Raíces que se desparraman, abrazándose al terreno. 100 años abrazando amorosamente la tierra que lo sustenta.

Unos cuantos hombres habrán retozado bajo sus ramas. Cuánta historia habrá basado bajo su sombra.

El bosque, los hermanos, desaparecían para dejar lugar a pastos de ganado, para viñedos y frutales forasteros.

Habrá sentido fríos polares, nevadas y ventiscas, rayos capaces de partir su tronco en dos y quemarlo hasta la muerte.

Dio generoso sus Chauchas, Frutos dulces que alimentaron toda una Cultura. Y madera, y leña.

Entregó Retoños cuyos descendientes, probablemente, estén viviendo a su vera.

Es, aún, residencia de nidadas de aves e insectos.

Y aún vive…

Árbol digno de alabanza,

de respeto,


Actualizado: 30 sept 2022


Farolitos que al amanecer

con perlas de Humedad

iluminan la senda

Campanitas que llaman ángeles

que son mariposas

Flores que son ojos abiertos al mundo

de cuentos de hadas

Querubines que cobijan Bichitos guías

en las cunas de sus capullos

Párpados de ángeles miran

a la Tierra, al Cielo, al Universo

Piel de labios

que cantan al Aire

Colores de Corales mas preciados,

suaves, amigables, apacibles

Cascabeles de Polen

que la brisa desparrama

para alimentar a los Duendes

Corazones enamorados,

una niña se haría un collar para ir al encuentro con la Luna


Gracias Philibertia Gilliessi por inspirarnos

Actualizado: 5 sept 2022


Vivíamos en el Valle muy contentos. El Bosque nos proveía de alimento. El manantial agua cristalina. A veces salíamos a cazar. Del Río obteníamos arcilla para producir utensillos. De las piedras, herramientas y armas. Agradecíamos todos los días a la Madre Tierra por su generosidad y al Sol por su luz y calor.

Pero, un día vinieron los hombres del Norte, con sus normas, costumbres y dioses. Descontentos migramos a las montañas por donde asoma el Sol a vivir como nos enseñaron nuestros antepasados. Sobre una escarpada torrentera pircamos El Pucará.

Defendidos por la montaña sobrevivimos abuelos, hijos y nietos y los hijos de los nietos. El agua y el alimento lo traíamos fatigosamente del fondo de la quebrada. Temíamos las tormentas de verano. A veces el agua bajaba con furia rozando las puertas de nuestras casas amenazando arrastrarlas.

A veces volvíamos al valle a cambalachear.

En tiempos de los nietos de los abuelos llegaron los Pechos de Plata y Filos de Muerte. Bajar al valle era arriesgarse. Muchos no volvían.

En la quebrada nació un pueblo. Buscar agua y alimento se convirtió en un peligro. A nuestras penas se sumó el hambre.

Las dificultades nos obligaron a abandonar el Pucará.

En el Valle nos enseñaron la religión.

Nos enviaron a trabajar lejos.

Así perdimos nuestra amada tradición.

ADVERTENCIA: Cualquier parecido con una historia real es mera coincidencia... pero hay unas cuantas

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