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Novedades

Todas las SensacioneS que nos estimula

el Territorio Abaucan y quedemos compartir

conTigo


Don Máximo Chaile, hombre fuerte como los algarrobos que convertía en tablas, en sus manos una sierra.

Hombre dulce como sus historias, sus cuentos, tiernos relatos de su rica vida.

Hoy vive en las tierras que fueron de sus abuelos, abrazado de algarrobos, chañares, y su huerto regado por el río Abaucán que brota en Los Nacimientos, Istatacu en lengua vernácula, más allá de Medanitos, donde el río brota del médano.

Lo acompañan su hija María y su nieto Josué que estudia la escuela secundaria y, puede, quién sabe, quiera ser artesano del algarrobo, como su abuelo.

Domingo tranquilo, de mates y almuerzo, de charla amable.

El canto hondo de Mirta Reales, el gorjeo de de los pájaros y el susurro de la acequia como banda sonora.

“Vengan a visitarnos cuando quieran”

Volveremos, hay tantas historias que no caben en un domingo plácido de almuerzo y mates.

“Hasta pronto don Máximo”


Pachamama y Fe

Pachamama y Esperanza

Pachamama y Entendimiento profundo de la Naturaleza, de las cosas, del otro, de la Vida.

El viernes 31 de julio nos fuimos a Las Papas. A las 10.00 hs. estábamos en la casa de doña Martina y don Quico cargando el auto con lo útil y lo necesario. A las 11.30hs en su casa de Palo Blanco, Evelina nos esperaba preparada con su porta termo y las tortillas enterradas recién hechas.

No hay nada mas bello que Comulgar con la gente que vive en un lugar, su lugar en el mundo.

En Las Papas fueron los niños jugando todo el tiempo a la pelota en La calle principal.

En Las Papas fue el primero de Agosto, La Fiesta, la subida al Hoyo, al Altar entre las Estrellas rodeado de belleza, el encuentro con el Vientre de la Pachamama.

Días de hablar, de compartir, de contar, de cantar Vidala, un viento especial que sale del profundo del Corazón de la gente y estalla en los oídos como olas contra las rocas llena de imágenes de vida vivida entre las piedras, los Yuyos, los Cerros, las Montañas de este punto en el mapa.

El encuentro con la Pachamama nos empujó a subir más, nos llevo mas cerca de las Estrellas. Seguimos camino desde Las Papas hasta la Laguna, Los Hornos, que vimos de lejos por cuestiones de tiempos, y Los Baños.

Doña Martina fue uno de los incalculables regalos de la Pachamama. Nuestra maestra, nuestra guía y baquiana por los lugares llenos de vida rodeados de Silencios Majestuosos.

Si hay experiencias que contar con todo tipo de detalle quizás sea porque simplemente la recordemos. Una experiencia de Emociones tendrá siempre algo que se escape de las palabras para describirla, mientras nos va transformando.

Podríamos contar de todo lo que hicimos, salir, bajar, rodear, encontrar, buscar, ver, saltar, caer, mover, volar! Pero hay experiencias que se viven mientras te van cambiando y las dejas que hablen dentro de ti como viento entre los rastrojos, como una Vidala, viento que te acompaña desde dentro de un sentimiento, desde dentro del Corazon que late de la Pachamama.

Eso es lo que pasa en estos Lugares con esta Gente.


Evelina teje en su casa un pelero en punto caracol.

Doña Evelina nació en Las Papas, allá en el norte, a 2.700 msnm. Desde pequeña aprendió a hilar lana de vicuña, llama y oveja, a teñirla con lo que la Naturaleza le brinda y tejerla a la manera tradicional.

Desde el pueblo, bajaba con sus ponchos, mantas, pullos, peleros, alforjas, medias y guantes a cambalachearlos por alimentos y objetos que en el pueblo no se conseguían. Costaba dos días llegar a Fiambalá a lomo de mula vadeando ríos que a veces crecían impidiendo el paso. Bajaba con su hijito en el vientre o, ya nacido atado a la espalda con una Lliclla.

Hoy vive en Palo Blanco, sigue hilando, tiñendo y tejiendo lanas.

Lanas que ella misma hila a mano.

“Doña Evelina, que le parece si hacemos fotos de lo que teje, podemos hacerlas públicas y venderlas por la web.”

“Claro. Estos que usted ve ya los tengo vendidos. Si alguien quiere encargar, yo lo tejo y usted se lo manda.”

“Hecho”.

Si alguien busca un poncho, una colcha o una manta, para calentarse o para regalar, peleros para sus monturas o para alfombra, almohadones, alforjas para lucir sobre la grupa de su caballo o la bici, guantes y medias calentitas, calentitas, pullos, chales, chalecos o pulloveres, como los tejían nuestras abuelas,

de la más PURA LANA,




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