Rosa Varas, Juana Marcial, Rosita Bayon, Cruz Farfán y Carla en una reunión para hilar en casa de Rosa.
Toda historia tiene sus hitos, y su prehistoria.
Aún estábamos empezando a conocer a los artesanos de la Herradura del Abaucán, los artesanos del queso, de cabra o de vaca, los que hacen dulces y panes, trabajan el cuero desde el curtido a la matera, o el lazo de tiento, aperos campestres, alfareros y, por supuesto Hilanderas y Tejedoras. Artesanos son quienes saben hacer de todo, desde pan a una manta de vicuña. Y así la vida nos cruzó con Doña Evelina. Vino a ver a Carla. Carla le mostró sus dibujos. Evelina la invitó a hilar. Esta fue la primera Señal.
Martina Marcial y Evelina Gonzalez en el paraje Tinogastita, camino a Las Papas. encuentro de vidaleros en Palo Blanco.
La segunda vino como un escalofrío al escuchar la Vidala, una de las músicas más ancestrales conservadas en América. Fué en un encuentro de vidaleros, hace ya un año, en Palo Blanco.
Para la Pachamama fue la tercera. Viajamos a Las Papas con Evelina y doña Martina. En el paraje conocido como Tinogastita, donde los volcanes volcaron castillos de piedra pómez, en un alto para almorzar, surgió en la conversación la relación entre artesanías y la cultura de los antiguos. Quizás recuperando unas resurgiría la otra.
Primera reunión del grupo de ias Hilanderas en casa de Martina. Mirta Reales canta en casa de don Máximo, en Instatacu.
A los pocos días una amiga de Santa María, Jaqui, nos paso info de una beca del Consejo Federal de Cultura a proyectos culturales colaborativos.
Convocamos de urgencia a las artesanas. Ahí se formó el grupo Artesanas Hilanderas del Abaucán. El primer Brote. El comienzo de la historia.
Otro encuentro para hilar, compartir y contar cuentos e historias en casa de doña Rosa.
Desde entonces periódicamente se reúnen las hilanderas a hilar, compartir merienda, cuentos, risas, mates y cantos. Pequeños gestos que devuelven la esperanza de recuperar urdimbres, tramas y puntos pero sobre todo una cultura que va impregnada en los hilos que tejen.
El 3 de febrero, hace nada, una llamada de la Secretaría de Cultura del Gobierno de Catamarca nos notificaba la adjudicación de la Beca, alas a esta historia.
Sunilda Muñoz, Juana Marcial, Rosa Varas, Rosita Bayon, Arminda Araya y Cruz Farfán, las primeras en unirse en un grupo para solicitar una Beca del Consejo Federal de Cultura.
Alas para recorrer los pueblos de la Herradura del Abaucán, encontrarnos con hilanderas, invitarlas a unirse, saber sus historias, sus demandas, animarlas a ellas, sus hijas y sus nietas a difundir sus tradiciones y traspasarlas convirtiéndolas en historias de la Historia.
Como no, la primera visita fue a Palo Blanco a contarle a doña Evelina. Nos esperó en su casa con varias artesanas más. Todas se sumaron al grupo, pronto Asociación.
Cantos, vidala, alegría y mucha ilusión en una fiesta para festejar la adjudicación de la beca.
Y ahora nos vamos. Hay reunión de hilanderas en casa de Martina, la primera desde que el Consejo Federal de Cultura nos concedió el impulso para poner en valor una tradición y un saber que enriquece la Cultura de Todos.
Encuentro con hilanderas de Palo Blanco. Esmeregilda Reynoso, nos muestra sus obras. Margarita Tito, Delia Araya, Carla, Evelina Gonzalez, Martina Marcial y Adelaida Gonzelez en la casa de Evelina.
Ahora con el impulso de la Beca