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Todas las SensacioneS que nos estimula

el Territorio Abaucan y quedemos compartir

conTigo

Actualizado: 26 oct 2022

Territorio Abaucán, Tierras y Gentes II


Hace casi 500.000.000 años, en el período que hoy llamamos Ordóvico, surgió del fondo marino la Cordillera de los Andes. Las enormes presiones tectónicas produjeron volcanes de virulencia apocalíptica.

Desde entonces hasta hoy la erosión fue esculpiendo valles, cumbres, quebradas y llanos. A veces la transformación tomó tintes apocalípticos.


En el Plioceno, hace 3.000.000 años, se abrieron las bocas de colosales volcanes que dispersaron por doquier sus materiales piroclásticos. 2.700.000 años dantescos, casi hasta nuestros días.

Los abuelos de los abuelos, aún cuentan de cuando todo se cubrió de cenizas, hace 4.200 años.

Ahí están sus rastros y sus bocas, los volcanes más altos de la tierra, Incahuasi, Ojos del Salado, San Francisco, Tres Cruces, Pissis… También el valle del río Abaucán y las dunas de arenas volcánicas.


Desde el Guanchín a La Troya, de la cordillera de San Buenaventura hasta Watungasta.

Con el tiempo brotó la vida, flora y fauna

Unos valientes exploradores, que durante generaciones cruzaron Europa, Asia y nuestro continente, encontraron en el Territorio Abaucán su residencia. Los expertos no coinciden en fijar una fecha de su llegada 30.000 años? 12.000? Qué son en una historia de 500.000.000 años?




Proyecto realizado con la colaboración de




Actualizado: 3 jul 2022

Territorio Abaucán, Tierras y Gentes I


El Fotógrafo se siente minúsculo ante la grandiosidad del entorno del Territorio Abaucán.

La cámara es insignificante.

Una pequeña parte del contexto, la inmensidad de la Creación, una fracción de

Madre Tierra.

Somos todos la Pacha Mama, una ínfima parte de Dios.

Cómo Comulgar con esta Vastedad?


Cómo componer cada elemento en su correspondiente lugar para crear la sensación visual de lo inmenso, dirigir la atención con la luz, los enfoques y los encuadres?

El Fotógrafo imagina una foto del entorno ya creado y con los elementos de que dispone crea, tan solo, un paisaje.


FAQ:

Porqué en escala de grises y no representar los colores naturales?

Las fotos, luego de mucha meditación, son en escala de grises para que el color no distraiga la vista de otros elementos del paisaje. Invita así el fotógrafo al observador a investigar en pliegues, texturas, luminosidades… y a dejar sus comentarios al pie de esta página.

Están manipuladas las luminosidades de los colores?

Cada color tiene para nuestro complejo sistema visual una representación en luminosidad. Así, por ejemplo, los colores cálidos los interpretamos como más luminosos que los tonos fríos. Desde el comienzo de la historia de la fotografía se utilizaron filtros de colores para falsear estas luminosidades con fines estéticos, compositivos y semánticos.

Hay algún otro retoque digital con fines estéticos?

Aunque se puede considerar esta fotografía directa, lo que se ve es lo que hay. El único recorte que se permite el fotógrafo es el del encuadre, elemento semiótico inherente a la fotografía: la realidad nunca podrá ser abarcada en una imagen. Sin embargo si que ha un pequeño truco, una parte o toda la composición está convertida en negativo para incitar a la vista a encontrar una explicación.



Proyecto realizado con la colaboración de







El amanecer de Inti ilumina la bruma que vela la duna. Nuestro reto, alcanzar su cima. Es la duna Federico Kirbus, la más alta del mundo, 2845 msnm.

Paul Barrionuevo, guía vaqueano en el Territorio Abaucán y más allá, organizó la logística, la ruta, los tiempos, las carpas, las vituallas y sobre todo, agua, no hay que olvidarse del agua. Es una duna, no hay manantiales. Para llevar el equipo don Chacho Quiroga y sus muchachos con cinco caballos. Los caminantes, Mario, Fabiola, Jovita, Gaby y quien cuenta esta experiencia.

La jornada arranca con el Sol empujando el fresco de la madrugada. Con el transcurrir del día su pertinaz presencia se hará patente. Es parte de las sensaciones del ascenso, la que hace agradecer cada soplo de brisa. Brisa que no llegó a viento, que vuela la arena, que pica en los ojos y cruje en la boca. Solo brisa refrescante.

Un pie, el otro, una respiración. Un pie, el otro, una respiración. Un mantra en ascenso constante a la cima. el paisaje parece no cambiar si se mira para arriba. Hacia abajo el Valle del Abaucán, Medanitos aquí, Los Nacimientos allá y un río plateado que se pierde en la arena al llegar a Saujil. Pueblos que son oasis, manchas verdes a la par de la humedad del Abaucán. Allá a lo lejos, Palo Blanco, más arriba de lo que parece.

Fiambalá, más lejos, hasta la Troya llega la vista al Sur, al Norte la cordillera de San Buenaventura, al Oeste asoman el Pissis y el Bonete, seismiles de los Andes.

Un cóndor viene a bendecir nuestro ascenso, luego dos más, y un águila blanca. Más discreto, a ras de suelo, el sutil encanto de la vida del desierto.


La cima del Kirbus no se ve. Un paso y otro, más arriba y llegamos a la orilla de El Pozo. Caminantes al borde de la duna que se precipita 300 metros al fondo de una quebrada donde el agua, durante millones de años dibujó, su aún inconclusa obra de arte, un zig zag a capricho de las rocas y la arena. Dios es más grande que lo que nuestros sentidos puedan abarcar.

Aún falta para la cima, un poco más alienta Paul. El esfuerzo merece la pena, el efecto del paisaje en el alma es único, todos coincidimos.


Atardece, se enciende el fuego. Se funde a rojo el cielo, el rubor deja paso a las estrellas, mates, cuentos de fogón, pollo asado y ensaladas. Los toros se acercan a curiosear a los expedicionarios. Y cuatro jinetes de la noche que aparecen de la oscuridad y siguen luego su marcha bajo la luz de la media luna.

No hay palabras, ni fotografías que describan las sensaciones, indelebles.

Si las querés tener vas a tener que venir. No te vas a arrepentir.

También podés subir en 4x4, pero no es lo mismo, no es un ascenso espiritual.






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