Hace unos días, en un lavadero de autos, me aborda un guía baqueano y me suelta un discurso del cuidado de la Naturaleza porque es el patrimonio que atrae turismo que deja divisas al Territorio Abaucán.
Y tiene razón. La Razón es el discurso de cada realidad personal. No La Verdad sin embargo.
No solo hay que cuidarla por interés estético que atraiga visitantes. Hay que cuidarla porque Naturaleza Somos Todos.
Nadie excluido...y como decia un famoso fisico "Nada se destruye todo se transforma".
Pero siempre mejor acusar los otros, como a los Loros, que son los responsables de que no quede algarroba, chañar o frutas de los arboles que fueron traidos a este territorio hace tiempo.
Fruta que muchas veces no se cosecha, que yace en el suelo, olvidada, pisoteada. Parece ser que son tiempos de abundancia, y lo que Natura nos da, quizás, nos sobre.
Pisoteada la abundancia como queda la duna, marcada la cordillera, sin más objeto que la adrenalina para parchar los baches de rutas de frustración.
Pobres Loros.