Detrás de cada Piedra, cada miga de vasija, buscamos una historia, un cuento, un antiguo poblado.
Todos los caminos parecían llevar a Mishma. Seguimos barrancos, rastros de las crecientes del río Apocango. Mishma tenía que estar cerca.
Antiguo poblado, ruinas, restos. Casas de los antiguos les llaman los del lugar. Energía de mucha gente puesta en piedras traídas una a una del lecho del río al lugar donde hoy quedan apilados no mas de seis líneas de piedras de alto compactadas con barro.
Los techos estaban hechos de ramas de brea, retama y otros arbustos. Las cañas, variedad Arundo Donax, las trajeron más tarde los europeos, desde Asia.
Mishma fue un poblado de casas pircadas protegidas por un Bosque de Algarrobos. Era hace más de mil años. Hoy se encuentra en una pampa de tocones aún no sepultados por el medano.
Es un campo de piedras grandes redondeadas y trabajadas por la acción tiempo, una pampa sembrada de esquirlas de cerámica y de restos líticos, piedras de origen volcánico de, composición vidriosa, trabajadas para conseguir puntas de flechas y herramientas cortantes. Las lluvias de estación las siguen transportando hacia el valle del Abaucán.
A esta pampa sin Árboles la fue conquistando el viento, el zonda que trajo el médano, la arena, por falta de una barrera vegetal natural que la atajara. El agua erosionó los cimientos. A falta de raíces que contuvieran el terreno fue socavando barrancos y esparciendo restos de cerámicas por todo el cauce. Desmoronando Mishma.
Muchas pregunta nos venimos a hacer esa madrugada por estos lugares,
a que altura se encontraría el agua hace mil años? correría más profundo en su lecho? sería como ahora un río estacional?
O buscarían los pobladores antiguos agua en el Guanchín vecino?
Claro está que el agua sin vegetación sigue redibujando el suelo.
Hay historias que son fantasía. Bosques que desaparecieron porque los habitantes antiguos talaron el bosque para cocinar, calentarse y quemar su cerámica. Imposible, el sustento del poblado era su Bosque donde la vida mantiene un sutil equilibrio, sin bosque no habría poblado, no habría Mishma.
Y Mishma estuvo poblada ahí, en medio de un Bosque muy grande, cerca de un buen Río porque también donde hay agua hay vida.
Un paraíso o un paisaje siempre siguen cambiantes, como todos nosotros.
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