19 de julio. 20.30 hs.
Al fin, después de inconvenientes técnicos de último momento pudimos partir. Con los abrazos de JuanMa y Paula que se quedaron a despedirnos subimos a bordo Valeria, Uñitas, Chicho Carla&Julio E. Momentos de emoción al darle a la llave de contacto. Es una expedición importante, una aventura de dos años que comienza girando la llave de la Jachy Tata Javya.
La Trooper y la casita rodantes se deslizan suave con su carga material y emocional por las calles de territorio conocido: Llavallo, Luis Guillón, Monte Grande, Ezeiza, Canning…
Tomamos ruta RN6 para bordear capital. En Luján tomamos la RN7. Pensábamos llegar a Junín pero la niebla que era tal como manejar en leche, nos agotó antes. Paramos en Cucha Cucha a dormir, ventajas de llevar la cama a cuestas. Cucha Cucha, y los perritos a dormir.
20 de julio
La niebla persiste. A las 8.00 hs. decidimos salir igual. Pasamos de largo Junín sin saludar a Gioia. El tráfico acompaña el rítmo lento de la Jachy. Con el peso y el remolque no queremos pasar de los 80 km/h. para mantener el consumo. Aún así el primer día de marcha gastamos 12lt a los 100 km.
La niebla se fue disipando. En el peaje de Junín nos informan de que la ruta está cortada por inundaciones. Lo sabíamos y conocíamos el rodeo. Nos lo había contado el muchacho de la gomería donde arreglamos los últimos inconvenientes técnicos, "al llegar a los eucaliptos, unos mil metros antes de los conos, un desvío a la derecha hasta que te das con una tranquera blanca, dobles a la derecha…" Es de un camino de tierra. La casita se bambolea de lo lindo pero se la banca. Eso si, cuando paramos se había abierto la estantería de los suministros y estaba todo por el suelo. Menos mal que los contenedores eran de plástico.
Paramos a almorzar al borde de la ruta, ahí donde había quedado cortada en una anterior crecida de la laguna. Lugar predilecto de pescadores.
Al poco de retomar la RN7 el viento nos dio de frente. Eso se notó en la velocidad, bastante, y sobre todo en las cuestas. Cuando sacamos las cuentas, también en el consumo, 14lt/100km.
A las 21.00 llegamos al campo La Margarita que perteneció a la bisabuela de Valeria, ahora a su familia desde alla por el 1900.
El cielo nos recibió como solo en campo abierto se puede ver, esos cielos nocturnos que te hacen sentir cuál es nuestra dimensión en el Universo.
21 de julio
Hicimos algunas compras en Saladillo y organizamos un poco nuestro campamento. Poco, el stress de los últimos días, los 950 km recorridos y las casi 20 hs. de conducción nos obligaron a hacer lo que vinimos a hacer a La Margarita: descansar.
Y, si, hace frío, pero tampoco para acobardarse.
22 de julio
Amaneció como para día soleado pero sigue encapotado y frío. Terminamos de organizar el campamento. Probamos la carpa que se adosa a la casita rodante, quedó fantástica.
Fuimos a recorrer Saladillo y a hacer unas compras. El día lo dedicamos a charla amable, mates al lado del fuego y paseos. Toda una preparación zen para limpiar nuestra alma, conciencia, espíritu, cuerpo.
Mañana veremos si podemos conectarnos desde el WiFi público de tiene Saladillo y podemos subir las primeras crónicas.
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